miércoles, 9 de febrero de 2011

REFLEXIONES DE UN CLARINETISTA II

SIENTE TU CUERPO MIENTRAS TOCAS, ESCUCHA LA MÚSICA , SÉ ACTIVO Y NO PIENSES AL INTERPRETAR
            Quiero hoy recrearme en los hábitos de estudio. Cada cual tiene sus propias rutinas al estudiar su instrumento y, éstas se van convirtiendo en hábitos que, dependiendo si son adecuados o no para uno mismo, ayudan a que mejoremos día a día o a que nos estanquemos.
            En los alumnos más jóvenes, pongamos, por ejemplo, hasta doce o catorce años, según su madurez personal, es muy importante que los padres estén atentos a cosas que se pueden dar por hechas pero que, si no se tienen en cuenta, pueden influir negativamente en su avance, como por ejemplo:
·         Asegurarse de que tienen siempre buen material de trabajo (cañas, boquillas, buen estado del instrumento).
·         Estudiar habitualmente en un mismo lugar de la casa que tenga buenas condiciones para ello, tranquilidad, que sea silencioso, bien iluminado.
·         Tener claro cada día cuál es el momento que se va a disponer para tocar  y de cuánta duración. Esto ayudará a que estudiar el instrumento se convierta en algo natural, no una pesada carga y que lo tengamos presente.
·         Disponer en el lugar de estudio de los utensilios que el profesor nos recomiende: atril, metrónomo, espejo o cualquier otro que nos pueda ser de utilidad.
Es fundamental tener claro que lo importante para mejorar como músicos no es sólo estudiar sino, estudiar adecuadamente. Ello incluye, por una parte, realizar un buen calentamiento, del instrumento y de nuestro cuerpo, estudio de ejercicios sobre escalas y, los estudios, obras o pequeñas piezas. Pensemos que si fuesemos deportistas haríamos un buen calentamiento para evitar lesiones, nosotros también usamos nuestro cuerpo, por ello es fundamental que empecemos el estudio preparando ambos elementos, el instrumento y el cuerpo. El estudio de ejercicios sobre escalas es algo básico que nos permitirá mantener un buen nivel técnico y, además, mejorarlo; los deportistas hacen sesiones de gimnasio aunque no sea lo que más les divierte porque les ayuda a mantener esa buena forma.
En cuanto al trabajo de obras, estudios o pequeñas piezas, ahí es donde una buena planificación marca la diferencia. Quiero decir que podemos tocar de principio a fin varias veces una pieza pero, solamente así, no conseguiremos todo el resultado que podríamos. Muchas veces repito una frase tan sencilla y obvia como verdadera: “No lo puedes hacer todo bien al mismo tiempo”. Así pues, empieza buscando perfeccionar los factores básicos de la interpretación como el ritmo, un buen sonido y legato y, luego, continuar con las articulaciones, dinámicas, acentuaciones, fraseo, dirección de la tensión y relajación musical, entre otros. Cada uno de estos elementos han de estudiarse lentamente y, a medida que se vayan perfeccionando, ir añadiendo otros más hasta que resulte satisfactorio y, sólo entonces, empezar a subir la velocidad manteniendo todo lo que somos capaces de hacer bien. Puede parecer una forma de trabajar lenta pero, es la forma más rápida de conseguir tocar algo bien sino, uno corre el peligro de estudiar y mantenerse siempre en un nivel de interpretación regular.
Animo a los alumnos a que sigan estos consejos, en cualquier caso, cada uno debe encontrar la mejor forma de estudiar para él, bien sea de esta forma o de otra que le dé buenos resultados. Y a los padres de los más pequeños les animo a que se fijen en todos estos detalles que no son todavía musicales la mayoría de ellos pero que pueden ayudarles a entender mejor cómo estudian sus hijos y en qué aspectos podrían hacerlo con un resultado más satisfactorio.