El aprendizaje de las especialidades instrumentales en los conservatorios durante décadas, e incluso durante siglos, han seguido un patrón similar hasta hoy. Aprovechar todos los recursos a nuestro alcance para ser cada día un poco mejores es una forma inteligente de mejorar.
Es por eso que nace este blog, con el ánimo de recordar cosas que se hablan en clase y se olvidan en casa, de poder ayudar a los padres a entender cómo estudian un instrumento sus hijos, de compartir con los alumnos información que les enriquezca e induzca a ampliar sus conocimientos y de tener un medio que les permita estar al día de las actividades clarinetísticas, musicales y culturales en general que se producen en su entorno social.
Lejos quedan los tiempos en los que practicar un instrumento consistía en repetir una y mil veces los mismos fragmentos. Pensemos qué queremos hacer y actuemos, observemos qué hacen los demás y en qué nos puede enriquecer. Quizá, para un alumno de conservatorio, el mayor problema consista en tener claro qué recompensas se pueden obtener gracias al esfuerzo de tanto trabajo en casa.
La clave para mantener la ilusión en el estudio constante de un instrumento estoy convencido que está en que esa práctica diaria tiene que ofrecer recompensas, diferentes según el nivel y la edad del alumno, para ello tiene que estar implicada toda la comunidad educativa. Este blog es una iniciativa que nace con estas miras hacia un aprendizaje lleno de ilusión.