lunes, 17 de enero de 2011

EL CLARINETE ARLEQUÍN

           Hay obras que marcan un antes y un después en la trayectoria de un artista, sin duda. En mi caso dos de ellas han tenido un elemento en común: el personaje del arlequín. Una de ellas es el “Arlequín” de Louis Cahuzac y, la otra, “Der kleine Harlekin” de Karlheinz Stockhausen.
            La primera es una pequeña perla, una joyita, no tan interpretada como se merece, que tuve el placer de conocer en la clase del maestro Jan Guns, que se caracteriza por ofrecer al clarinetista una gran flexibilidad interpretativa en cuanto a expresividad y tempo, y en la que éste tiene que sacar a relucir su personalidad y capacidad de adaptación. Además, es una pieza que llega al público, fácil de ponerla en comunicación con él y, por tanto, suele gozar con su escucha y ser agradecido con el intérprete.
            Der kleine Harlekin” de Stockhausen es una de las obras maestras del repertorio para clarinete solo del siglo XX. Una obra tremendamente exigente en muchos aspectos por la dificultad técnica, la coreografía que debe realizar el músico, el ritmo que debe marcar con los pies y por la expresividad que hay que mostrar con el rostro, sean cuales sean las dificultades que haya que superar en cada instante. Una vez vencidas las dificultades en el estudio uno experimenta que el movimiento corporal ayuda a estar más relajado y ha conocer mejor su cuerpo durante cualquier interpretación.
            Tanto una obra como la otra me han llevado en mi experiencia personal al convencimiento de que un intérprete debe conseguir trascender las dificultades meramente técnicas y, para llegar a comunicarse con el público, fundir la música con otros aspectos igual de importantes como pueden ser la capacidad expresiva facial, el buen uso del propio cuerpo en cuanto a postura y movimientos, y llegar a interiorizar tanto la obra que se pueda llegar a ser capaz de tocarla memorizada para conseguir una interpretación satisfactoria en todos estos aspectos.
            Este tipo de obras te obligan a dar uno o dos pasos más allá de lo que uno está acostumbrado, haciendo que tengas que reflexionar y superarte en disciplinas aparentemente ajenas a la música como la coreografía, la dramatización, la mímica o  el control de la iluminación, por todo ello el clarinetista llega a absorber conocimientos y experiencias prestadas de otras disciplinas artísticas que no son la suya, por no hablar de la relación que puede establecerse también con la pintura o la literatura y, en resumen, tratar de mejorar un poco cada día.
            Para ilustraros mi experiencia con estas obras tenéis aquí dos grabaciones mías. El “Arlequín” de Louis Cahuzac es del 5-5-2010 en el Teatro del Carmen de Vélez-Málaga y, “Der kleine Harlekin” es de un concierto que tuvo lugar en el Museo Interactivo de la Música de Málaga (MIMMA) el 21-5-2010 para clarinete solo, clarinete bajo  y electrónica.
            Hay otros arlequines en el mundo del clarinete pero, esa es una historia para otra ocasión.
            Espero que os guste la música y que influya en vuestras ansias por conocer músicas y estilos nuevos y diferentes. Tu instrumento debería llegar a ser como un miembro más de tu cuerpo, cuídate y cuídalo como a tal.





5 comentarios:

  1. Con el 1º vídeo dije`` ohh qué bonito, qué calidad del sonido y agilidad´´pero con el 2º me quedé =0 es increíble cómo toca, interpretay controla el paso de dinámicas...¡ sencillamente increíble!

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  2. En el primer video me llama la atención la cantidad de gestos que hace con la cara al ritmo de la música.En el segundo video flipé al ver que no necesariamente hay que estar quieto para interpretar una obra,sino que se puede disfrutar haciendo una coreografía,con gestos y sobre todo moviendote por todo el escenario.

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  3. esta cancion es muy chula, ya la vi cuando la tocastes en el conservatorio. Me parece muy dificil y me gusta mucho

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  4. Me gustó mucho porque tiene muchas notas agudas y mucho movimeinto. Yo creo que es muy difícil tocar mientras te mueves por todo el escenario.

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  5. Francisco Jose Ruiz Caballero3 de junio de 2013, 8:35

    Lo vi en directo. Impactante, emocionante, vibrante, ! Que dominio de todo el arte!, total... Enhorabueba compañero

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