martes, 1 de noviembre de 2011

MÚSICA, MOVIMIENTO, EXPRESIÓN


Retomo la actividad del blog, que no tenía que haber interrumpido y por lo cual pido disculpas, después de un buen descanso estival y con ganas de seguir la senda empezada el año pasado.
Voy a aprovechar esta ocasión para invitar a todo aquel que tenga posibilidad a leer un artículo que acabo de publicar sobre la obra DER KLEINE HARLEKIN de Karlheinz Stockhausen en la revista The clarinet de la International Clarinet Association en su número de septiembre de 2011.
Esta obra es precisamente con la que estrené este blog en enero pasado, es una obra que merece la pena tocarla una y otra vez porque nunca se acaba de aprender cosas nuevas a todos los niveles interpretativos y te empuja a ser cada día un intérprete un poco diferente.
El artículo de The clarinet está pensado, por supuesto, para músicos. Se trata por un lado de un análisis de la pieza y por otro de un repaso de mi experiencia  durante todo el proceso de aprendizaje de la obra, qué proceso seguí para llegar a dominarla, qué estrategias de estudio fui siguiendo a medida que en ocasiones veía que llegaba a un punto muerto que me impedía seguir perfeccionándola.
Por supuesto, aconsejo a todos los instrumentistas, sea cual sea su especialidad, que prueben a experimentar lo que significa estudiar y llegar a dominar una obra en la que además de tocar la música y de memorizarla, tienes que realizar una determinada coreografía y mímica, exige de nuestra parte una capacidad de aprendizaje de la obra y de atención muchísimo mayor, un estado físico seguramente mejorado al que tengamos tanto a nivel aeróbico como a nivel de fluidez de movimientos y equilibrio corporal, a parte de la expresión facial o mímica que es un mundo a parte  que significa una gran parte del éxito final de la interpretación. Cuando un intérprete toca una pieza musical y su cara expresa una amplia diversidad de emociones significa que todos los apartados anteriores de estudio de los que hemos hablado antes se han llegado a interiorizar a fondo, lo cual es una garantía para subirse a un escenario. Es una buena prueba del algodón la de la expresión facial.
A parte de invitaros a todos a que leais mi artículo sobre “El pequeño arlequín”, debereis practicar el inglés, os vendrá bien a todos, voy a aprovechar para subir una segunda interpretación mía de la obra, cuyo resultado se verá bastante diferente de la que colgué en enero de 2011. La versión anterior tiene unas condiciones de iluminación que no eran las adecuadas, en esta sí lo eran y espero que os guste tanto la interpretación como esta vía a seguir por un intérprete, lo que os puedo asegurar es que a parte de estudiar su instrumento uno se divierte muchísimo haciendo lo que le gusta.
Besos, abrazos y mucha música para todos.






1 comentario:

  1. Me ha encantado el video. Que artistazo eres y que bien me lo he pasado viéndolo.

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